Una de las cosas más bonitas de nuestro trabajo es la oportunidad que nos brinda cada curso escolar de ser testigos de la fuerza que tiene lo grupal. Somos seres sociales. Pertenecer a un grupo es condición necesaria para nosotros.
Los componentes que conforman un grupo son únicos. Y eso hace que cada grupo sea único también. Cada curso es diferente y apasionante porque cada año las clases cambian. El grupo de alumnos y profesoras que componen cada clase es diferente al del curso anterior.
Esto hace que la escuela siempre esté llena de nuevos retos. De experiencias y relaciones que se descubren, que se afianzan, que se transforman.
Este es un espacio dedicado a nuestras clases. Todas ellas maravillosamente diferentes y únicas.
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